San Valero: Origen, Tradición y Huella en Zaragoza
En Zaragoza, el 29 de enero no es un día cualquiera. Es el día de San Valero, patrón de la ciudad y figura que representa una tradición cargada de historia. Pero, ¿quién fue San Valero y por qué se le venera con tanto cariño en la capital aragonesa?
¿Quién fue San Valero?
San Valero nació en Zaragoza, conocida entonces como Caesaraugusta, a mediados del siglo III. Aunque los detalles exactos de su vida no son verificables históricamente, se sabe que ocupó el cargo de obispo de la ciudad y destacó por su papel como defensor de la cristiandad y protector de los perseguidos.
Durante la persecución cristiana ordenada por el emperador Diocleciano en el año 303, San Valero fue arrestado junto a su diácono San Vicente Mártir. Tras ser juzgado en Valencia, San Vicente fue martirizado, mientras que San Valero fue desterrado a Enate, una localidad cercana a Barbastro. Allí vivió sus últimos años en paz, construyendo una capilla en honor a su compañero mártir.
San Valero falleció el 29 de enero del año 315, y su festividad se celebra cada año en esta fecha. Sus reliquias se trasladaron en el siglo XII desde Roda de Isábena hasta Zaragoza, consolidando su papel como patrón de la ciudad.
Tradiciones: De la historia al roscón
Una de las tradiciones más populares de San Valero es el famoso dicho: "San Valero, rosconero y ventolero". Esta frase hace referencia al habitual cierzo que sopla por Zaragoza en esta época del año y, por supuesto, al tradicional roscón que se consume durante la festividad.
El origen exacto del roscón no está del todo claro, pero algunas teorías lo sitúan en la Edad Media, cuando los nobles ofrecían dulces como parte de las festividades religiosas. Otras versiones lo asocian con las saturnales romanas, fiestas paganas que celebraban el nacimiento del sol. En cualquier caso, lo que queda claro es que Zaragoza es una ciudad con una fuerte tradición rosconera.
San Valero y sus simbolos
San Valero dejó una huella imborrable en Zaragoza. Uno de los símbolos más destacados es la estatua en bronce del patrón, creada por el artista Pablo Serrano en 1965, que se encuentra frente al Ayuntamiento.
Además, Zaragoza conserva dos reliquias, del patron, que aunque puedan parecer algo rocanbolescas, tienen una gran importancia histórica, un brazo, protegido en un relicario de plata, y su cabeza, resguardada en un busto relicario que, curiosamente, reproduce los rasgos del papa Benedicto XIII, quien ordenó su creación. Ambas se encuentran en la Seo.
Tras este recorrido histórico desde Embou te recomendamos que, si tienes la oportunidad no dudes en sumarte a la celebración, disfrutar de un buen roscón y dejarte llevar por la magia de una ciudad que, año tras año, sigue conectada con su historia.